Hoy vengo, no para subir fotos de manualidades, sino por el placer de escribir un ratito y hablar de otras cosas. Esta entrada ni siquiera la publicaré en el facebook. Las Navidades ya quedaron atrás, parece que fue hace mucho tiempo, pero yo aun tenía previsto publicar unas fotos del día de Reyes. Todos tuvimos regalitos, incluso el nuevo miembro de la familia. Se llama Roger y es un carlino. Está con nosotros desde el cinco de diciembre y ya no podríamos vivir sin él. Es un tragón, es divertido, dormilón, amoroso, curioso. Hace muchísima compañía porque está allá donde yo estoy, y también allá donde estén mis hijos o mi marido. Va de un sitio a otro y está pendiente de todos.
En Navidad pusimos el típico arbolito al que nadie hace ni caso. De hecho, ya no sé ni para qué lo pongo. No lleva ni luces. En fin, sirve para dejar los regalos de reyes debajo. Es malísimo, lo compré en un chino y las ramas son como cepillos de esos para limpiar vasos. Horrible. Pero bueno, hace su función. Pusimos los adornitos en rojo y quedó decente.
Pasaron los reyes y dejaron un reguero de monedas de oro y plata, además de unos regalitos para todos. Cada regalo llevaba su etiqueta identificadora, una etiqueta personalizada que los reyes se han currado este año. A mí me trajeron un chaquetón, unos pendientes, una pulsera. No recuerdo qué más, pero entre los regalitos estaba esta camiseta tan divertida con la imagen de un carlino. Y por eso posan el original y la copia, tan ricamente.
Para mis hijos hice otra manualidad, que encontré en la web Lovezilla.net, y que era una cajita de esas para guardar pañuelos de papel con abertura arriba de la que salía una ristra de billetitos. ¿Por qué no le hice foto? La cajita, que fabriqué yo misma, la decoré con rotuladores de colores con frases positivas. Creo que es lo que más les gustó (por la pasta, claro).
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