Nueva semana, nueva entrada

Otra vez lunes, cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando, como decía Jorge Manrique. Este finde ha sido creativo sólo a medias porque tenía unos encargos pero no estaba muy inspirada y nada de lo que hacía me gustaba, así que me lo he tomado de forma relajada, y claro, no he hecho ni la mitad de lo que quería. Pero bueno, esto no es una carrera sino una forma muy placentera de pasar el rato. Llegan las pascuas y con ellas las meriendas en el campo, a las que no debe faltar la cometa o cachirulo de toda la vida aunque para quien ya no tenga ni la actitud ni la aptitud para volar el cachirulo, aquí tenemos una versión más cómoda a la par que elegante y de buen gusto.

¿No son monísimas? yo llevo hoy la verde prendida en mi solapa, y soy la envidia de la oficina.